Para Nochevieja nada como disfrutar de un menú de 720 euros pero en plan trampantojo, preparado en casa por menos de 15 euros por persona. Puede parecer imposible pero a poco que sepas de cocina lo básico y un poco más, con algo de buen gusto y ganas de complacer a los tuyos, te puede salir igual de bueno.
Cogí el menú que ofrecía el Hotel Rítz de Madríd para Nochevieja, con el nombre de los platos y unas hennosas fotografías a modo de publicidad para los clientes. A partir de esto todo salió redondo, sirviendo todos los platos con la misma posición que en las fotografías.
Un aperitivo de caviar con un toque de nata y limón es de lo más sencillo, sobre un pan tostado de los finos y acompañado de otra tosta con un poquito de salmón, por que nos gusta a todos.
El falso consomé de tortuga ya ellos mismos lo avisan como falso. Así que un consomé de dos carabineros y unos gambones sacando toda su sustancia de las cabezas encajó perfectamente. Poco y caliente, con huelo hilado por encima.
El hojaldre de codorniz con trufa negra es otro plato muy sencillo. Sobre un hojaldre casero pero que se puede comprar hecho, dispnse codorniz escabechada en conserva, deshuesada y mezclada con un poco de paté de calidad y las verduras que ya iban con la conserva, sobre todo cebolla casi caramelizada. Si cl paté es trufado encaja perfectamente con lo servicio en el Hotel Ritz. Salió perfecto.
Medio lomo de Inbina a la plancha con una ensalada de endivias, sobre una crema a modo de salsa de queso azul y nueces estaba de Injo, con una cebolla pochada encima de las endivias. Perfecto.
El sorbete es muy sencillo.
El solomillo con salsa Périgord fue más una recreación mía basándome en la imagen, con un solomillo hecho a la plancha y servido con dos salsas sobre un pan de molde tostado en casa con una ligera ralladura de ajo.
Nos saltamos los quesos pues creíamos que ya era excesivo y pasamos al bizcocho borracho en ron y frutos secos como entrada a los clásicos turrones y chocolates navideños.
Un menú muy sencillo de hacer en casa, que si tenemos en cuenta que somos cuatro nos ha supuesto un ahorro de 2.800 euros más o menos, y aunque debemos reconocer que no es lo mismo, el trampantojo de los platos es muy sencillo, copiable, y sin duda para los que no podemos permitirnos esos lujos, una forma de disfrutar de alta cocina, cuando es fácil de recrear.