Había escuchado alguna vez que se hacían paellas o arroces con callos e intenté conocerlos de cerca. Puedo decir que es una preparación muy sencillo, diferente y curiosa, pero además efectiva. Probarla y os parecerá una nueva forma de tomar arroz.
Tan sencillo como una lata de callos a la madrileña de calidad para cada dos o tres personas, que calentaremos un poco para separar el caldo de las carnes. Con el caldo de los callos y unas verduras haremos el caldo final de la paella. Las carnes de los calles las cortaremos en trozos pequeños y todos iguales.
Refreiremos en una paella un puerro picado fino y un ajo en láminas, añadiremos el arroz para que se refría un poco sin tomar color y añadiremos el caldo como en todo tipo de arroces.
Tan sencillo como una lata de callos a la madrileña de calidad para cada dos o tres personas, que calentaremos un poco para separar el caldo de las carnes. Con el caldo de los callos y unas verduras haremos el caldo final de la paella. Las carnes de los calles las cortaremos en trozos pequeños y todos iguales.
Refreiremos en una paella un puerro picado fino y un ajo en láminas, añadiremos el arroz para que se refría un poco sin tomar color y añadiremos el caldo como en todo tipo de arroces.
El doble de caldo que de arroz.
Cuando empiece a hervir todo el conjunto bajaremos el fuego y añadiremos las carnes de los callos, son su chorizo, morcilla, tocino, etc. troceado. Dejaremos todo el conjunto los 18-20 minutos de obligación. Taparemos con un trapo 3-5 minutos la paellera para que repose un poco y a servir.
El éxito de este arroz está en la marca y calidad de los callos, pues el caldo es fundamental como en todo tipo de arroces. Si sale picante, miel sobre hojuelas, mucho mejor.
El éxito de este arroz está en la marca y calidad de los callos, pues el caldo es fundamental como en todo tipo de arroces. Si sale picante, miel sobre hojuelas, mucho mejor.