Empiezan a venderse por algunas tiendas españolas de alimentación “Chips de verduras” a modo de patatas fritas, aperitivos de diversas verduras, algunas veces con un exceso de sal que hay que evitar, pero en todos los casos como un producto nuevo aunque lleve muchos años comercializándose en otros países del norte de Europa.
Con el mismo concepto que nuestras muy conocidas patatas fritas finas y con diversos sabores añadidos, estas bolsas sirven láminas de boniatos, patatas moradas, zanahoria, remolacha, chirivías, nabo, calabacín, etc. Poco a poco están entrando en nuestras mesas y sobre todo hay que procurar marcas que logren conservar el natural sabor y color de cada vegetal, para diferenciarlos entre ellos a la hora de tomarse. Algo que no siempre se logra. Reino Unido es el país que más comercializa este producto.