Tras terminar el guiso de garbanzos hemos desgrasado parcialmente con un cucharón, retirando la grasa que se queda en la superficie del caldo de la olla.
Y este es el resultado. Unos 125 c.c. de grasa, literalmente grasa animal en un 85%, que si no desgrasáramos para desecharlo nos lo habríamos metido entre pecho y espalda. La parte baja del vaso es caldo que hemos retirado junto a la grasa, pues nada es perfecto.
El plato de cocido de garbanzos sigue teniendo algo de grasa, no es una retirada total. Es manual y sin apurar. ¿Nos podemos imaginar qué trabajo tiene que hacer nuestro cuerpo para procesar tanta grasa, si no tenemos cuidado?
Y efectivamente, no hemos perdido sabor, pues la grasa es eso, grasa, el sabor se queda disuelto en el caldo restante de la cocción. Así que tomar buena nota, antes de servir, desgrasar.
Y efectivamente, no hemos perdido sabor, pues la grasa es eso, grasa, el sabor se queda disuelto en el caldo restante de la cocción. Así que tomar buena nota, antes de servir, desgrasar.