El futuro a largo plazo podría ser la carne producida sin ganadería, sin animales. Parece una barbaridad, ciencia ficción de la que nunca se cumplen sus pronósticos, pero está ya entre nosotros y ha venido para quedarse como muchos inventos que gozan de un nicho de mercado suficiente.
Por una parte tendríamos el mercado de falsa carne hecha con vegetales, que efectivamente no es carne, pero que lleva ya un buen camino andado y que está mejorando su producción en cuanto a sabor, olor y texturas y también en precio y su capacidad para ser cocinada de diversas formas, algunas tradicionales.
Y por otro lado tenemos la que se podría considerar carne de verdad y de laboratorio, de fábricas de carne, que no utilizan animales para su fabricación, sino células de animales que se multiplican hasta formas distintas clases de carne para la alimentación. Este proceso con muchos menos años de vida, es en estos momentos carísimo pero va avanzando en el mercado de la investigación, para mejorarlo y ponerlo a precios “posibles”.
Carnes vegetales que imitan la jugosidad e incluso la carne que sangra y cambia de texturas y sabor al cocinarla. ¿Los veganos tomarían carne de células animales pero a los que no ha sido necesario utilizar, criar y sacrificar para producirla? Sabe a carne, huele como la carne, parece carne, pero no es necesario matar animales. ¿Cuándo llegará este invento al mercado de consumo masivo?
¿Cambiará la forma de comer carne? ¿Y las formas de la carne como ya sucede con los sucedáneos de pescado triturado para formar palitos o similares? Estas carnes de vegetales o de laboratorio juegan también con la ventaja de que no será necesario aplicar antibióticos para su fabricación, lo que es una gran ventaja para una alimentación más sana.