El cordero español, el de razas territoriales en la España del cordero en todas sus formas, está en peligro. No hay pastores pero ese no es el problema principal, lo peor es que ya no es rentable criar corderos de raza de cara territorio, pues su carnes no es mucha, su precio es muy bajo al ganadero, aunque luego en mercado se multiplique por muchas veces.
Nos quieren vender corderos desde otros países pero saben de antemano que no es nada sencillo pues no gustan al paladar español que queremos carne de cordero que sepa poco a cordero, curiosamente es así, no nos gusta esa carne que nos llega congelada o no desde otras latitudes y que sabe demasiado, posiblemente por que no son ternascos o corderos muy jóvenes.
Así que entre la ganadería lanar con sus problemas de subsistencia y las malas artes de algunos comerciantes por tener precios muy altos o por intentar meter corderos no autóctonos, el cordero español en todas sus razas está en peligro. La cabaña de ovino en Aragón ha bajado a la mitad en 20 años, pero las explotaciones ganaderas son bastantes menos de la mitad.
Ayudas mal distribuidas, envejecimiento de los ganaderos, mala distribución ganadera, precios excesivos de piensos y productos veterinarios, hacen que esta actividad esté en peligro, y con ello el poder seguir degustando del cordero asado, guisado o a la plancha. No hay solución sencilla si no se quiere apoyar el trabajo del ganadero del ovino, que desaparece o cambia de explotación rural.