Recuperar los sabores de siempre, muchas veces sencillos y fáciles, es una obligación en las cocinas que desean trabajar con calma, sobre todo productos de temporada y que realcen sabores de siempre.
Este es un plato de habitas no muy grandes y ligeramente cocidas antes, con una cebolla pochada que se refríe en aceite de oliva de calidad muy finamente picada, con unos ajetes cortados a trozos, y unos trozos pequeños cortados a tiras, de bacon algo ahumado o jamón serrano poco curado. También serviría un jamón cocido a tacos.
Puede llevar también unas judías verdes redondas, cocidas junto a las habas o un poco más de tiempos. Si los granos de haba son pequeños y sacados de su vaina, con escaldarlos un par de minutos ante de freírlos ya es suficiente. Incluso un solo minuto si los granos son pequeñitos. Luego se van a refreír.
El sabor se refuerza con el jamón o bacon y unos golpes de pimienta blanca y sal. Son sabores sutiles, sencillos, con verdura pochada en aceite de oliva virgen de sabor como los de aceituna picual o incluso arbequina.