Esto es mucho más que un café, que un simple café de bar, pues es un café servido con amor por un barista que ama su trabajo. No te sirven un café, te sirven una atención, un detalle, un poquito de arte en una taza.
Ser barista es una profesión de la que se puede disfrutar aunque atender al público siempre sea complicado. Pero se puede hacer bien, muy bien o incluso mejor. Este café retrata a la persona profesional que lo sirve.