Corta dos o tres tomates bien rojos (mejor escaldados ligeramente para poderlos pelar), en cuadrados del tamaño de la sandía. Recuerdo que también se pude hacer igual con melón o con manzana.
Escurre la sandía, para que el caldo que desprende no te deje la salsa demasiado clara y mezcla la fruta con el tomate. Añade queso feta o mozzarela fresca en cuadraditos pequeños, del tamaño de garbanzos y a todo el plato ponle una salsa de yogurt (bien comprada o bien hecha por tí)
A servir nada más emplatar para que la sandía no siga soltando agua y se convierta en sopa lo que debe ser una sencilla ensalada. Sencillo, barato y excelente.
