
Si no se han regado bien, crecen lentamente y cuando tienen el tamaño correcto para vender, ya han desarrollado el picante.
Como unos se recogen con unos días en la mata y otros con menos edad, unos pican y otros no.
Si estos pimientos de Padrón los dejamos crecer en la mata, hasta completar su ciclo, se convierten en los pimientos que se ven en la imagen, unos picantes rojos, tremendamente picantes, casi insoportables.
Con solo cortarlo y chupar un poco un dedo que ha pasado por el pimiento, puede dejarte la boca o los labios escocidos.
Compre pues pimientos pequeños, tersos y brillantes y eso si, tenga suerte.