Cada día es más complicado poder obtener (comprar) vinos rancios, bien sean dulces o secos. Los vinos a granel se venden en muy pocos locales y es muy complicado conocer lugares en donde se cuide la calidad y el vino bien criado. pero lograr vinos a granel que además sean especialidades es todavía más complicado. Cataluña o Andalucía todavía mantienen locales de venta a granel en algunas zonas.
El vino rancio es un vino oxidado, de una gradación alta, tinto o rosado o incluso mezclado con blancos y rosados, que tras un periodo de crianza en barrica de roble, o bien se oxida a la luz y sol o bien se mantiene en las barricas durante más meses hasta obtener un vino "madre" con fuerte sabor y característico olor, que marida perfectamente para entrecomidas, aperitivos, tardes de picoteo o incluso para mezclar con vinos corrientes y darles más valor y sabor.
Yo prefiero los rancios dulces, capaces de competir con mistelas o moscateles en postres y aperitivos. Sin olvidar el clásico vermut español, que casi ya no se comercializa a granel o embotellado por bodegas pequeñas. Aunque en este caso estamos hablando de un vino mezclado para macerar con diversas hierbas.
Unos vinos maravillososo y diferentes que no deberíamos olvidar de nuestras mesas o de los bares que se precien para un buen servicio de tapas españolas.
Si pueden conseguir vino rancio, simplemente añadan 100 cc de este vino a un litro de vino normal de granel, tinto o rosado, y aprecien las diferencias conseguidas. Convierte a un vino muy común en una bebida singular y de otra calidad bien distinta.