De la gastronomía árabe, de los platos del Norte de África sobre todo, pocas cosas sorprenden tanto al comensal que aparece por un mercado o zoco árabe como su enorme surtido de pasteles.
Son varias decenas de diferentes pasteles ofrecidos en puestos inclinados en dpnde los distribuyen por colores produciendo un tapiz de enorme colorido y formas, que te lama a comprar sin saber siquiera si son bueno o mejores.
No son baratos, sobre todo para los turistas a los que intentan cobrarles el mayor precio posible, pero te los sirven en unas cajas a prieba de golpes si les haces caso y las llenas de pasteles. Unos a otros se defienden de los golpes del viaje de regreso.
Con pistacho, almendra, avellana, dátiles, pasas, miel o decenas de rellenos secretos no puedes dejar de desearlos. Lo siento para los que tienen glucosa en la sangre.