Vamos a realizar un plato muy simple y poco conocido. Amarguillos de almendra. Para ello molemos igual cantidad de almendra cruda tipo marcona y azúcar, como medio kilo de cada. Le añadimos el zumo de medio limón y la ralladura de un tercio de su cáscara sin la planta blanca interior.
Añadimos después las claras batidas de 4 huevos
Con toda esta masa bien mezclada, la ponemos en una manga pastelera con boca ancha y hacemos unos pequeños montoncitos sobre papel de cocina puesto en una placa de horno. Ponemos encima de cada pastelito una almendra amarga o una avellana, crudas. ¿Y donde está el amargor? Pues si tienes almendras amargas puedes añadir unas cuantas a la masa antes de molerla. Y si no tienes puedes poner una gotas de amargor de almendras, que se venden en algunas tiendas. No es imprescindible, pero le da un toque muy diferente.
Calentamos el horno hasta 200 grados y metemos la bandeja con los montoncitos de masa. Dejamos que se hagan los amarguillos de almendra, como unos 20 minutos, hasta que el fruto del adorno esté ligeramente tostado. Con una copa de moscatel están de vicio.