Investigadores de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con ganaderos aragoneses y navarros, han diseñado un pienso natural para alimentar a los cerdos y, de esta manera, obtener una carne con mayor valor nutricional y con una grasa menos perjudicial para el ser humano.
Los resultados de estos trabajos, dirigidos a transformar la grasa del cerdo en una grasa saludable para el ser humano, van a ser publicados en las prestigiosas revistas 'Journal of Food Composition and Analysis' y 'Fleischwirtschaft Internacional', informa la Universidad de Zaragoza.
El estudio ha sido desarrollado por el grupo de investigación 'Tecnología y Genética Porcina' de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, liderado por el doctor Pascual López Buesa, que ha diseñado una dieta más sana, modificando la composición de sus ácidos grados, y obteniendo así una carne que se adecúa a las más estrictas recomendaciones nutricionales.
En concreto, estos investigadores, han formulado un nuevo pienso con una alta concentración de ácidos grasos poliinsaturados y enriquecida en vitamina E, con el que se alimenta al cerdo a lo largo de las seis últimas semanas del periodo de engorde, que finaliza cuando el animal ronda los cien kilos de peso. Esta carne saludable presenta un contenido en ácidos grasos saturados inferior al 33 por ciento y una relación ácidos grasos poliinsaturados/ácidos grasos poliinsaturados cercana a cinco. La reducción de ambos factores es muy importante para rebajar los riesgos cardiovasculares.
Los resultados de estos trabajos, dirigidos a transformar la grasa del cerdo en una grasa saludable para el ser humano, van a ser publicados en las prestigiosas revistas 'Journal of Food Composition and Analysis' y 'Fleischwirtschaft Internacional', informa la Universidad de Zaragoza.
El estudio ha sido desarrollado por el grupo de investigación 'Tecnología y Genética Porcina' de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, liderado por el doctor Pascual López Buesa, que ha diseñado una dieta más sana, modificando la composición de sus ácidos grados, y obteniendo así una carne que se adecúa a las más estrictas recomendaciones nutricionales.
En concreto, estos investigadores, han formulado un nuevo pienso con una alta concentración de ácidos grasos poliinsaturados y enriquecida en vitamina E, con el que se alimenta al cerdo a lo largo de las seis últimas semanas del periodo de engorde, que finaliza cuando el animal ronda los cien kilos de peso. Esta carne saludable presenta un contenido en ácidos grasos saturados inferior al 33 por ciento y una relación ácidos grasos poliinsaturados/ácidos grasos poliinsaturados cercana a cinco. La reducción de ambos factores es muy importante para rebajar los riesgos cardiovasculares.
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