Vamos a pensar en unos entrantes fríos para este fin de
semana. Sencillos pero contundentes. Sacados de un restaurante vasco, al que le vamos a
copiar un poco las ideas, que para eso son maestros en la comida en miniatura.
Hay dos ensaladas a cual más apetitosa.
Ensalada de bacalao con filetitos de pimientos del piquillo, un
poco de tomate confitado y unas piperras que son esas guindillas que no pican.
Unas ensaladas de colores de fondo para que se asienten los ingredientes y a
comer con gusto,
Esalada de queso de cabra a trozos (huir de
las láminas cortadas a ronchas) con jamón de pato o de cerdo, que os juro que
si está bien cortado puede ser fabuloso, con unos frutos secos por encima de la
ensalada y regado con una vinagreta con miel. Piñones tostados, pistachos pelados, avellanas y nueces pueden ser los frutos secos aconsejables. Pero unos dátiles a rodajas también le encajarían bien.
No continúo, pues con cualquiera de estas dos ensaladas se
queda de lujo y son muy fáciles de hacer. Si se emplata bien y con detalle se
queda de premio, en serio. El precio en un restaurante oscila entre los 12 euros y los 14 euros. Vosotros mismos.