A un buen lomo de bacalao, si lo han sabido desalar de forma correcta, sólo cabe pedirle que lo hagan justo y no se pasen con la plancha. En esta caso un buen pisto de tomate y pimiento verde, con un ligero toque de pimienta negra o de cayena pero muy poca, y una buena dosis de un buen aceite de oliva. ¿Y cómo hacer el bacalao tan grueso? Una plancha no muy fuerte de calor, y tras ponerlo sobre la piel para que allí y estando el mayor tiempo, coja cocción interna a través de la piel, se vaya dando ya con la plancha a tope de calor, unos golpes de calor por cada lado. Mejor que queda algo justo que pasado. Las lascas deben salir suaves y no transparentes (pero casi), y siempre muy jugosas.