Las berenjenas dan mucho juego en la cocina, son fáciles de cocinar y su propia piel sirve de receptáculo para el plato o alimento terminado. Vamos a cortar las berenjenas por la mitad, les hacemos sobre la carne unos cortes en forma de aspas para que el calor entre mejor en la berenjena, y con un poco de aceite de oliva y sal las ponemos a asar en el horno a 180 grados sobre media hora.
Dejamos templar las berenjenas asadas para sacar la pulpa asada y no romper la piel. En una sartén pochamos o refreímos cebolla y pimiento rojo hasta que se vuelva trasparente la cebolla, añadimos carne picada de ternera con sal, la carde de la berenjena asada y unas especies o salga a tu gusto.
Yo las prefiero con picante, pero también quedan muy bien añadiendo al sofrito de carne y berenjena especies indias o árabes, o incluso chumichurri argentino. A fuego no muy fuerte, dejamos que se evapore la humedad y seque todo el conjunto de carne picada y las verduras más sus especies.
Con todo esto se rellena la piel con algo de carne de berenjena que habíamos dejado apartada, se pone queso rallado por encima y un golpe de pimienta negra y se mete a gratinar cinco minutos al horno.