Podría parecer una tontería impuesta por el gobierno, pero es sobre todo una lógica aplastante para los viajeros de los aeropuertos españoles. No es posible pasar los controles de la policía con botellas de líquidos. Por seguridad. Y lo aceptamos con lógica en todos los países de Europa y en los EEUU al menos. Al llegar a los controles hay bolsas o papeleras para que deposites tus botellas de agua o de refrescos.
Pero al llegar a la zona de las tiendas tras los controles, te encuentras que las botellas de agua valen lo que no está escrito. Un huevo y la yema del otro. Así que muchos viajeros habituales no la compran y optan o bien por refrescos o por un truco algo asqueroso pero que funciona y se utiliza. Pasar el control con una botella vacía y llenarla en el wc posterior. Os diréis que si pagas un viaje en avión el coste del agua sería lo de menos. Pero es la sensación de abuso, de timo incluso, por un precio que consideras abusivo en un producto que además consideramos necesario para un viaje de media distancia.
Sí, en los viajes a EEUU lo primero que te dan como servicio nada más empezar a volar es una botella de agua.