Hoy quería hacer un arroz con verduras y no tenía (ayer) muchas ganas de trabajar el caldo de base, así que opté por comprar una caja de Caldo de Verduras de una buena marca. Pensé que de esta manera con sofreír las verduras y el arroz en un sofrito fácil y añadir el caldo al arroz y al final las verduras que necesitan una cocción menor, podría servir y ser rápido en mi tiempo de cocina.
Pero hoy por la mañana he pensado otra cosa y he realizado una cata de caldos de verduras. Por jugar. Y lo he sometido a cata de cuatro personas bien diferentes pero todas ellas ya con experiencia en cocinas. Antes de comernos el arroz con verduras las he sometido a una cata de los tres tipos de caldo de verduras.
Por una parte he puesto a cocer por la mañana un par de minutos el caldo de la caja de cartón que compré, insisto que no es marca blanca. De esta manera no quería que fuera un caldo que no pasar por mi fuego al menos un par de minutos, y efectivamente así se logra que los sabores se junten algo más y salgo un poquito de espuma. Parecía un caldo recién hecho.
Por otra parte en dos ollas he puesto casi un litro de agua en cada una de ellas y en una he añadido unas pastilla de caldo de verduras de la misma marca que la caja de cartón de Caldo de verduras.
En ambas ollas he ido añadiendo verduras como siempre hago. En la olla que ya tenía la pastilla de caldo de verduras he añadido un 25% de la cantidad de verduras que he puesto en la olla sin pastilla de sabor. En ninguna he puesto nada de grasa o aceite.
Un poco de apio, algo más de puerro, un poco de col de hoja, cebolla, ajo, dos tallos duros de espárragos en la de más verdura y medio en la otra, un poco de zanahoria, cuatro hojas verdes de alcachofa (o una) y dos dedos de calabacín en la de muchas verduras y medio dedo en la otra. Un poco de sal en la que NO tenía pastilla y algo de leche y de colorante para que se asemejara en color y en opacidad a la de caja de cartón.
Tras cocer unos 20 minutos, he colado los caldos de verdura y los he dado a catar a ciegas.
Sin duda el resultado algo similar en el fondo del sabor era claramente muy distinto. En el Caldo de Verduras casero (según dice el envoltorio) y de cartón, no han sido capaces de detectar sabores de pastilla o artificiales, pero el sabor era muy bajo comparado con los de los otros dos productos. El caldo de verduras pero con pastilla tenía mucho sabor, incluso casi en exceso, y se notaba el sabor a pastilla según los catadores, pero para una base de un arroz encajaba muy bien. Sin duda el caldo “de verdad” el de verduras hecho con verduras exclusivamente ha salido ganador. Más natural, sabor justo para un caldo de verduras, tal vez algo corto para una base de arroz.
Esta cata es muy personal, no quiere sacar conclusiones excepto que tal vez antes de gastarnos 1,25 euros en una caja de caldo es útil probar las posibilidades que tenemos y luego decidir libremente qué compramos. Cada producto encaja mejor o peor para cada uso, y nosotros somos quienes debemos decidir.