Sin duda una buena fritura de pescado es además de un plato muy español y japonés, una delicia para los paladares si se hace bien. Calamares, gambas, bacalao o merluza sería la base. Pescados frescos, muy frescos y limpios, cortados a trozos regulares, donde también pueden entrar otros pescados como anchoas, sepia, congrio de la zona abierta, dorada, lubina, etc.
El truco es muy simple y sencilla. Aceite de calidad bien caliente y el rebozado bien frío hecho con agua de la nevera, sal y harina. Un pequeño truco es utilizar en vez de agua fría una cerveza fría para hacer el rebozado de harina. Y hacerlo y empezar a rebozar y freír.
Nada más sencillo si se hace en freidora, o en sartén con mucho aceite bien caliente. Debe quedar crujiente por fuera y en su punto por dentro. Si quieres algo de color en la fritura le puedes añadir a la harina un toque de colorante o de azafrán. Pero muy poco.