Arroz negro, muy sencillo de cocinar


Uno de los arroces más sencillos de hacer y con garantías de que saldrá muy bien, es el famoso y muy conocido arroz negro. Es sencillísimo si se siguen las indicaciones más básicas. Empecemos por comprar dos latas de conserva de calamares en su tinta. Es la base del éxito.

Escurrimos el caldo de las dos latas de calamares (dos para cuatro personas) y con ese caldo de la conserva y algo más de medio litro de agua, hacemos un caldo durante unos 10 minutos al fuego, al que añadimos unas pastillita de sabor o cambiamos el agua por el contenido de una caja tetrabrik de caldo de pescado. Si quieres el arroz muy negro debes añadir a este caldo una o dos bolsitas pequeña de tinta de calamar. Eso depende ya de tus gustos.

Ya tenemos la base.

Ahora pones a refreír en una paella o recipiente de base ancha, un par de dientes de ajos finamente picados o fileteados junto a una dosis de arroz por persona que ya tendrás medida. Por ejemplo un vasito pequeño de 125 cc por persona. Y todo con unas charradas de aceite de oliva de calidad lo refríes unos tres minutos más o menos. 

Sí, solo el arroz, el aceite y el ajo fileteado o picado pequeño. Sin que se queme el ajo. De esta manera nacaramos el arroz y no se pasa.

A continuación hechas al refrito el agua del caldo anterior, que ya es negro. Yo le pongo sobre 2,5 veces de caldo por cantidad de arroz. Pero eso depende del tipo de aguas. Es lo único que en los arroces depende de ciudades y hay que tener pillado. Se mueve entre 2 y 3 veces. Si sale algo meloso también queda fabuloso.

Lo dejas cocer todo 15 minutos, y cuando falten 5 minutos de ese tiempo, a los 10 minutos le añades el contenido de las latas de conserva de los calamares en su tinta. Incluso si quieres puedes añadirle en ese momento unos trozos pequeños de anillas de calamar de ese que venden descongelado y es barato. Aporta más proteínas pero no mucho sabor. Con solo 5 minutos es suficiente y el calamar no se te queda duro ni correoso.

Tras los 15 minutos de cocción total, lo apagas y lo tapas con un trapo para dejarlo reposar unos 4 minutos y a servir. Es así de sencillo y no requiere conocimientos en cocina. 

Si los sirves con mayonesa esta debe tener ajo, debe ser una salsa alioli. 

Tapas o aperitivos con patatas fritas, anchoas y/o tocino


A veces pequeñas tonterías imaginadas como aperitivo gastronómico pueden funcionar bien. Se trata de probar sabores, de atreverte con productos simples que se pueden mezclar con otros que tengamos en casa y obtener un montadito, un aperitivo distinto y que funciona bien.

Estos dos son facilísimos. Una patata de bolsa, en este caso de una marca muy conocida, en que todas las láminas de patata son idénticas, patata hecha puré y luego frita de aquellas maneras, hasta obtener una base crujiente y con sabores fuertes. Todas iguales y simulando barquitas.

Sobre esa patata frita he puesto unas láminas muy finamente cortadas de tocino ibérico. De tocino. es decir grasa, sabrosa y salada pero tocino. Ojo con la salud.

Y encima he puestos una pasas sin semillas pero puede funcionar igual una almendra, media nuez, unos pistachos.

Todo ello unos 10 segundos (o menos, por tapita) al microondas y servir. El tocino ibérico se disuelve o casi, la patata recibe el aceite pero no deja de estar crujiente y las pasas entregan un ligero toque dulce.

No se puede abusar de este invento gastronómico pues es una bomba en calorías. Pero la base se puede utilizar para otros inventos. 

En la imagen de abajo vemos las mismas patatas (eran otras, claro) con un filete muy fino de pepinillo y una anchoa encima. Crujiente, salado, ácido, y sin pasar por el microondas. 



Cómo servir un buen paté de caza?


Presentar un buen paté es sencillo, hacerlo en casa es mucho más complejo. Nos los venden de muy diferente precio, sabores, presentaciones y opciones. Lo más sencillo y que casi nunca falla es comprar un paté de una cierta calidad (que no siempre son caros) y servirlo de forma delicada. Cortado en trozos algo gruesos.

Observa en la etiqueta la composición de lo que vas a comprar. Lleva gafas de aumento, pues siempre vienen en pequeño los textos. 

Un paté de jabalí debe contener jabalí y no cerdo. Uno de pato igual y no pollo. Y su cantidad debe ser la mayor con diferencia. No sirve paté de corzo y que lleva un 10% de corzo y un 35% de cerdo.

Una vez que ya tengamos clara la marca o presentación —pues algunos grandes supermercados los venden a peso, a granel y a veces están muy buenos— hay que presentarlo para que cada comensal se lo tome como quiera.

Junto a unos brotes verdes o unas flores —va muy bien, por ejemplo flores de borraja— y unos pequeños frutos secos de acompañamiento.

Unas mermeladas encajan muy bien. Depende de los gustos, pero una ácida y una dulce complemente perfecto. Por ejemplo tomate, pimiento, higo, mandarina, jengibre, etc. Nunca más de dos diferentes.

Y unos panes ya cortados de diversa procedencia, que hay muchos. Ya tiene el plato listo para quedar muy bien. Mejor servirlo entre fresco y temperatura ambiente y con un buen vino blanco o un cava.