El cocinero Ferran Adrià anunció en la Universidad de Harvard que su restaurante, El Bulli, será un laboratorio cuyas creaciones se difundirán diariamente por internet
«Algunos habréis oído decir que El Bulli cierra. No, El Bulli no cierra, El Bulli se transforma». Con estas palabras resonando en los pasillos de la Universidad de Harvard, Ferran Adrià desveló el martes (madrugada del miércoles en España) uno de los secretos mejor guardados sobre su mítico restaurante, que cerrará las puertas el 31 de julio del 2011 para convertirse en un nuevo centro de creatividad al servicio del arte culinario. A partir de ese día, El Bulli será, según anunció Adrià, un laboratorio de ideas que aprovechará todo el potencial de internet, pues colgará cada noche en la red los platos creados ese día para su difusión global, al modo de una gran enciclopedia virtual del saber gastronómico del siglo XXI.
«Viendo vuestras caras seguro que pensáis que estoy loco», anunció en la Universidad de Harvard, tras lo cual dijo estar «muy ilusionado» con esta nueva aventura porque «ayudará a que la cocina siga evolucionando».
«Estoy a favor de lo orgánico», afirmó Ferrán Adrià, quien lamentó que se siga manipulando y se confunda lo bueno con lo sano y con ello a la opinión pública. «¿Qué tiene que ver el vino con la uva? ¿O la oliva con el aceite?. Nada, ni el gusto, ni el color ni la textura. Es todo química».