Los sobres de
risotto de diversas presentaciones que ofrece Gallina Blanca están bien por su
rapidez para hacerlos y a la vez su sencilla manera de presentar un plato muy
aceptable, con algunos consejos añadidos que os dejo.
Me voy a
referir en concreto al risotto de setas pero sirve lo mismo para todo tipo de
arroces en sobre, deshidratados y en espera de ser cocinados. Su precio es muy
aceptable y su calidad final guarda relación con el precio con creces.
Las setas que
vienen en el sobre son escasas y de muy pequeño tamaño. Pero en cambio su sabor
final es muy aceptable. Mi consejo es que se añadan una setas “de verdad” o
unas congeladas o incluso unas de bote de cristal, que serían de las tres
opciones las menos recomendables. Pero sin pasarse, unas pocas.
No hay que
pasarse con el agua añadida pues aunque es un risotto y debe quedar algo caldoso no debe quedar una sopa espesa, ojo,
sin pasarse. Hacer caso a lo que indica el sobre o quedarse un poco corto. Las
explicaciones que dan en el sobre de Gallina Blanca son correctas a la hora de terminar el plato.
Personalmente añado que cambiar parte del agua por leche ayuda de manera rápida
y sencilla a que se parezca más a un risotto. Si en vez de leche se añade una
chorradita de nata, mejor. Si añadimos las setas, que no sean muy grandes de
tamaño y poner un poco de sal sobre ellas. Y es importante dejar reposar esos
dos minutos que indican en el sobre. En la presentación también funciona muy
bien un golpe de queso parmesano o de otro tipo si no tenemos de este queso
italiano.
Un vino
blanco encaja perfectamente con este plato, que puede ser un segundo si antes
hemos servidos unos ligeros aperitivos.