Ayer vi en
televisión una receta muy curiosa para hacer aceite de cenizas, con sabor a cenizas para imitar el sabor de la barbacoa. Dicen que para
un simple pescado o carne a la plancha encajan perfectamente para darle un
toque que convierte a las viandas en un producto realizado en barbacoa, en
hoguera de campo. No puedo asegurarlo todavía, pero avisaré si efectivamente
funciona.
En un horno, puesto en función grill y colocando en la parte alta la bandeja, ponemos a tostar y quemar
hasta convertir casi en cenizas las hojas sueltas de un puerro cortado por la
mitad y separadas estas. Por encima podemos añadir media docena de guindillas
cayena, de las pequeñas y secas. Todo lo ponemos con el fuego muy fuerte hasta
que todo el conjunto se convierta en algo negro. La guindilla le añade un ligero toque de picante y es opcional.
Ya frías las hojas quemadas, las
trituramos con la mano o con una batidora o molinillo. El caso es convertirlo
en polvo de ceniza, negro y quemado.
En una
botella de aceite de oliva virgen extra retiramos dos cucharadas soperas del
líquido y añadimos las mismas dos cucharadas soperas del polvo de ceniza.
Mezclamos todos y dejamos en maceración 3 semanas para que los sabores, se
trasmitan al aceite.
A partir de estos días ya podemos emplear el aceite para poner unas gotas por encima de las verduras, pescados o carnes realizados en una plancha normal.
A partir de estos días ya podemos emplear el aceite para poner unas gotas por encima de las verduras, pescados o carnes realizados en una plancha normal.