El otoño y
cuando se acerca Navidad, son tiempos para ver nuevos bombones en los escaparates,
de grandes marcas que solo venden en periodos de frío para que se conserve en
todo su esplendor los sabores que crean, cada vez más sofisticados. Hoy presento Lindor, pero hay varias marcas que emplean la misma forma de comercializar este producto al que cada vez más, se le está cuidando mucho su calidad final.
Es el caso de
la marca suiza Lindt, maestros chocolateros suizos desde 1845 según aseguran
ellos mismos, que sobre todo con sus graneles Lindor ofrecen hasta 17 sabores
diferentes que van ampliando año a año.
Se pueden
comprar en sus propias tiendas durante todo el año (en España creo que hay cuatro, tres en Madrid y una en Bilbao), y en
algunas grandes superficies aunque en estas solo en los meses de frío.
Recomiendo el
de menta, el de canela, irish cream, stracciatella, el de vainilla y el de
coco. Como recomiendo no romperlos en la boca sino dejarlos que se vayan deshaciendo
poco a poco.
En España
también tenemos grandes marcas de bombones, y grandes pastelerías que de forma
artesanal hacen maravillas con el chocolate de gran calidad, texturas brillantes,
chocolate que huela intensamente a cacao y tenga un gusto suficiente pero
complejo, mientras se deshace en boca. Como en el buen vino hay que buscar y
encontrar decenas de ligeros sabores que acompañan al cacao, que le dan
personalidad al producto final. Recordar que el chocolate es un gran placer
gastronómico que debemos degustar lentamente y recordar sus sabores y texturas.