Todos disfrutamos de unas buenas palomitas a la sal o a la
mantequilla, en una velada de cine agradable, con CocaCola o con cerveza. Pero
hay más maneras de tomar palomitas, diferentes a las habituales, que sorprendan, que resulten
más agradables para una entrada de comida simpática, servidas como una tapa y que puede
sorprender.
Hacemos las palomitas como siempre. Las que venden ahora
en paquetes cerrados para microondas funcionan muy bien y no fallan nunca.
Una vez hechas y tras dejarlas un poco que se enfríen las trituramos en un vaso de batidora tipo americano, de los
de vaso alto y grande con las aspas en el fondo. Hemos convertido las palomitas en un producto totalmente roto, nunca polvo sino como un panrallado blanco y algo más grueso.
Este producto triturado nos puede servir perfectamente como
sustituto del pan rallado para hacer rebozados, pero vamos a emplear estas
palomitas para otra presentación.
A estas palomitas trituradas (sin pasarnos para que no se
conviertan en polvo sino en trozos muy pequeños) les podemos añadir desde
pimienta blanca molida, pimentón picante o dulce, cebolla seca triturada, ajo
molido, unas hojas de menta muy picadas, cebollino finamente picado, etc.
Mezclamos muy bien y servimos en cucuruchos de papel o en
vasitos junto a unas cucharillas y un buen vermut casero. Así de sencillo para sorprender.