Hay tres elementos simples que casan perfectamente en un buen plato de la cocina tradicional española de los campos y del interior. Los garbanzos, la espinaca y el bacalao. Un trío que sin duda es un éxito. El plato se puede hacer como dios manda, es decir cociendo los garbanzos y en los últimos minutos añadir la espinaca y el bacalao, pero yo os propongo un plato más rápido, para cuando no hay mucho tiempo. Unos garbanzos con bacalao y espinacas para hacer en poco más de 10 minutos.
En una olla picamos en láminas dos ajos (y si no quieres que se coma, ponlos enteros y los retiras al servir) y los ponemos a dorar con aceite. Cuando cambie el ajo de color añadir una cucharadita de harina y tostar. Cuando la harina esté tostada retirar del fuego y añadir media cucharadita de pimentón dulce (o picante incluso, si eres atrevido), una hoja de laurel, un bote de garbanzos de cristal con su caldo, un puñado de espinacas cortadas a tiras y poner al fuego junto con un vaso de agua para que cueza todo durante 15 minutos. Cuando falten 5 minutos para el final de la cocción añadir unos trozos pequeños de bacalao desalado para que el plato se termine de realizar y los sabores se unen en una sinfonía. Revisar el sabor y rectificar de sal si fuera necesario.
Se puede servir con un huevo cocido picado fino, puesto por encima. Y no, no es tan solo un plato de Cuaresma, es una maravilloso plato de garbanzos con bacalao y espinaca para todo el año.