Para que parezcamos cultos, hay que recordar que Abraham Lincoln proclamó Acción de Gracias como un día festivo a nivel nacional en 1863 pero no se estableció oficialmente por el Congreso hasta el año 1941 con Franklin D. Roosevelt como presidente. Guay, que mola leerlo para olvidarlo pronto.
Este día se celebra en las ciudades importantes de los EEUU con un desfile porque allí no saben celebrar nada si no es desfilando todos y de todas las formas posibles. Los civiles con miles de motos desfilando por las calles vestidos de americanos viejos y los militares con tanques que son más chulos que las motos.
Y tradicionalmente ese día se cena con los seres más queridos. Los platos por excelencia del menú son el pavo asado con frutos rojos y el apple pie, un clásico pastel de manzana con recetas de las abuelicas familiares. Los pavos asados van rellenos de frutas introducidas por la parte trasera, pero dicen que no sufren pues lo hacen después de muertos. Algo es algo.
Esta fecha marca en el calendario en muchos casos el inicio de las compras navideñas ya que el viernes siguiente a este día, se celebra el Black Friday, (viernes negro), en el que las tiendas ofrecen descuentos que la gente aprovecha para comprar regalos. Otro invento americano que ya nos ha inundado las tiendas. Pronto nos veremos cambiando los colores de las banderas en la europa viejuna.
En nuestro país no es una tradición que se celebre como hacer ellos, y aquí como buenos cristianos viejos lo hacemos todo pensando en la Navidad, pero algunos inmigrantes de Centro y Sur de América es posible que realicen en sus hogares la tradicional cena de Acción de Gracias, lo que supone un drama para los pavos españoles, que no están acostumbrados a quedarse tiesos en fechas como esta. A mi lo que me gusta es ver esos pavos enormes perfectamente asados y relucientes, que dan unas ganas de comérselos que debería preocupar al resto de pavos. Es que en serio, en España el pavo es ese animal que vemos fileteado en pechugas sosas o en redondos de patas con pelos o cañamones, pero nunca los vemos enteros y enormes.
Aunque tal vez ya sepa yo el motivo. ¿Nuestros hornos serían capaces de asar un pavo de 10 kilos?
Laura Puente