No siempre es sencillo imaginarse para las cenas especiales un menú que resulte original, no muy complicado, distinto, y no excesivamente caro. Vamos a ver uno actualizado, y nos vamos a centrar en el primer plato. La ensalada de confit de pato, hongos y cebolla crujiente con vinagreta de nueces.
En el plato pondremos de base unas hojitas tiernas de una lechuga rizada, por ejemplo de las de colores, o de tipo cogollos tiernos. Hojas pequeñas y tiernas. Eso de base en el plato para refrescar y colorear.
En una sartén haremos a la plancha con poco aceite y bien caliente, unas láminas finas de hongos, de esas setas gruesas que ya vender a precio justo y que son de cultivo. Un toque de sal y ligeramente tostadas. Reservaremos para luego emplatar manteniéndolas templadas.
Tendremos preparada cebolla crujiente de la que venden en paquetitos en muchos supermercados. Es más rápida que pochar cebolla hasta amarronarla y dejarla blandita, que sería otra opción diferente.
Y haremos una vinagreta con aceite de oliva virgen extra, unas gotas de vinagre de manzana o de vino blanco de calidad, con unas nueces que antes habremos machacado en un mortero.
Con los tres ingredientes: las nueves ya machacadas, el bastante aceite y el poco vinagre, lo mezclamos muy bien en un bote y lo agitamos hasta hacer la salsa. Os dejo al final una ligera variante de esta salsa vinagreta.
Emplatamos como antes comentábamos y con el toque final. Las hojas de lechuga, la cebolla caramelizada o la cebolla crujiente, por encima las láminas de los hongos o setas y… (aquí otra variable) unos cubos de mousse o foie de pato del que podemos comprar una terrina de calidad en supermercados de nombre alemán.
O bien emplearemos confit de pato de conserva en vez del mousse, también de supermercado, que son o bien alas o bien las patas de los patos, que deshuesaremos y desmigaremos la carne.
Por encima de todo pondremos la salsa vinagreta con nueces, y antes a la lechuga le habremos puesto unos pequeños toques de sal.
A la hora de hacer la vinagreta hay una duda que depende de la calidad de los productos. Es poner o no poner entre los ingredientes de la salsa una cucharada del propio aceite del confit de pato que sale casi cuajada y que necesitaría unos segundos de microondas. Para gustos están las decisiones.
¿Adornos? ¿Qué tal unas láminas de higos confitados de conserva, que también son fáciles de encontrar, sobre todo si son de los verdes?