Muchas veces hemos oído hablar de que hay que reducir una salsa. Pero no tenemos calro hasta qué punto hay que reducirla.
Reducir una salsa es simplemente dejarla al fuego medio, destapada, hasta que reduzca aproximadamente hasta la mitad de su tamaño, por evaporación del agua que contenga. De esta forma la concentramos de sabor pero también conseguimos que se mezclen más los sabores de todos los ingredientes de la misma.
Una salsa compleja, con varios ingredientes en su composición necesita un tiempo de fuego para que se haga complemente. Por ejemplo una simple salsa boloñesa de tomate, carne picada y especies, mejora notablemente si la dejamos reducir pues a la vez que se concentra su hace la carne mucho más y consigue una textura distinta. Cuando hablo de reducir en ete caso, puedo estar hablando incluso de 30/45 minutos, lo que nos obligará a tener que ir añadiendo agua a la salsa para que no se nos quede excesivamente seca.