Vamos a comentar dos tapas muy sencillas para presentar en el inicio de una comida entre amigos o familiares.
Son dos ejemplos sencillos y rápidos para intentar quedar bien con un pequeño cóctel de bienvenida. Y además de ser sencillas son fáciles y originales.
Son dos ejemplos sencillos y rápidos para intentar quedar bien con un pequeño cóctel de bienvenida. Y además de ser sencillas son fáciles y originales.
En el primer caso vamos a pochar una cebolla cortada en juliana, lentamente con un poco de aceite, algo de sal y un golpe de azúcar. A fuego bajo la dejaremos caramelizar lentamente, hasta que se nos vuelva blandita y trasparente sin que tome color tostado.
Ahora montamos sobre una rebanada de pan tostado un poco de escabeche que sería mejor que fuera bonito en aceite o en escabeche. Encima pondremos un poco de la cebolla caramelizada y lo cubriremos (en el momento de sacar a la mesa) con una simple patata frita tipo chic, de las de bolsa. Más sencillo imposible.
En el segundo caso de tapa rápida, mezclaremos a partes iguales y de forma irregular, no totalmente mezclado, la misma cantidad de sobrasada o de paté de chorizo junto a queso blando tipo Filadelfia.
Sobre una rebanada de pan tostado montamos (casi en el momento de servir para que no se ablande el pan) la pasta obtenida y pondremos encima de cada tapa una aceituna sin hueso o un pepinillo pequeño o una cebolleta en vinagre.
Dos tapas muy sencillas de hacer para hacer boca antes de comer más en serio. Si no tenéis la posibilidad de hacer un cóctel de entrada, sirve perfectamente un cava o un vino blanco tipo Fino o Manzanilla.