La torta del
Casar es un queso extremeño, de leche cruda de oveja de las razas merina y
entrefina, muy cremoso y blando y de sabor medio con algunas notas ácidas e
incluso ligeramente picante. Su corteza es dura pero su interior semilíquido lo
que le confiere una textura única y también y por su poca producción, un precio
alto, siendo considera el queso español más caro de todos los muchos y variados
que se producen en España. Si compramos un queso entero, una torta de Casar
entera, debe ser blando a la presión de los dedos sobre la corteza dura aunque
a veces agrietada. Se conserva en la nevera pero se sirve a temperatura
ambiente teniéndolo unas cuantas horas fuera del frío para que coja temperatura
de servicio. Al sacarlo de la nevera estará casi cuajado en su interior, pero
se volverá semi pastoso al volver a la temperatura ambiente. Se abre una tapa
en la corteza superior y se va sacando la crema interior del queso para untarla
en el pan tostado, cerrando con el trozo cortado de la corteza del queso, para
que no se seque.
Es un queso
muy antiguo, árabe o judío y se tiene constancia que se llevaba a emplear como
moneda de pago a los militares que defendías las tierras extremeñas de las
invasiones árabes.
Se sirve como
aperitivo untado en pan de calidad o como postre acompañando a una porción de
carne de membrillo o con unos toques de mermelada de frutos rojos. En algunos
platos de la cocina extremeña se emplea como salsa para acompañar carnes.