Hoy
simplemente un truco sencillo y rápido para mejorar unas lentejas guisadas.
Efectivamente parece un plato de cuchara para inviernos, pero la legumbre debe ser un alimento que esté en nuestras mesas al menos una vez por semana.
Efectivamente parece un plato de cuchara para inviernos, pero la legumbre debe ser un alimento que esté en nuestras mesas al menos una vez por semana.
La lenteja es una legumbre muy barata,
algo que en estos tiempos de crisis es un activo que hay que cuidar, y además va
muy bien para la salud gastrointestinal de forma directa y para la salud global de manera
indirecta. Más ñegumbres es garantia de sulud.
Les lentejas
se puede guisar con mucha o poca grasa, de forma antigua lentamente y en olla
de barro, o de manera rápida en olla exprés. Incluso se consiguen muy buenos
resultados si cocemos en olla rápida las viandas y simplemente añadimos en los
últimos 10 minutos unas lentejas ya cocidas de bote o en conserva de lata.
El truco que os explico es
muy sencillo.
En esos 10 minutos finales añada a las lentejas el contenido de una lata de paté de cerdo, a ser posible de marca buena y sabrosa.
A mi me encanta La Piara algo trufada, pero también encaja un pate de pato, de jabalí, de oca, de esos más gruesos en su textura.
La combinación de un buen paté con las lentejas conseguirá un sabor diferente y a la vez muy completo y sencillo.
Por probar que no quede, que es muy fácil conseguirlo.
En esos 10 minutos finales añada a las lentejas el contenido de una lata de paté de cerdo, a ser posible de marca buena y sabrosa.
A mi me encanta La Piara algo trufada, pero también encaja un pate de pato, de jabalí, de oca, de esos más gruesos en su textura.
La combinación de un buen paté con las lentejas conseguirá un sabor diferente y a la vez muy completo y sencillo.
Por probar que no quede, que es muy fácil conseguirlo.