El cocido
madrileño es un rey de la cocina española como lo es la paella, el asado de
ternasco, el gazpacho o los chilindrones, entre centenares de maravillosas
recetas antiguas de nuestros fogones.
El buen
cocido castellano se sirve en tres vuelcos.
La sopa primero con fideo fino.
Los garbanzos con su verdura después.
Las carnes para finalizar en la que no debe fallar la bola o pelota o relleno o picao, sacro santo final del cocido castellano que se precie, servida en rodajas gruesas.
La sopa primero con fideo fino.
Los garbanzos con su verdura después.
Las carnes para finalizar en la que no debe fallar la bola o pelota o relleno o picao, sacro santo final del cocido castellano que se precie, servida en rodajas gruesas.
La sopa es la
Sota. Las verduras son el Caballo. Las carnes son el Rey.
En los
restaurantes de menú del día, los dos últimos vuelcos se sirven a la vez en
bandeja, pero en los restaurantes finos se mantiene la tradición de servir todo
en una olla de barro e ir sirviendo caldo sobre el fideo fino y seco, luego los
garbanzos con algo de berza y patatas y algunas verduras que varían para
terminar con las carnes, los chorizos y la morcilla además de la bola.