Los nuevos sabores nos atacan. Las mermeladas llevan la
pauta a su más alto cénit pues es muy fácil experimentar y ofrecer productos
nuevos de mezclas y experimentos.
Hoy tomé mermelada de aceitunas serranas, mermelada de olivas negras como los paté pero en dulce. Simplemente le han añadido azúcar y
agar agar al puré de olivas negras y han logrado un producto muy sencillo de
sabor pero diferente y agradable para unas tostadas de media tarde. No es el
dulce potente, se logra matar el ácido de la oliva y se obtiene un sabor
delicado y muy agradable.
En este caso es la mermelada que nos ofrece La Cartuja de
Val de Cristo (Valencia), que también hace otros productos como las mermeladas
de tomate (clásico), higos negros o verdes, rosas de Alejandría, cebolla o
pimientos o de calabaza. Avisan de que no llevan ni conservantes ni colorantes
y debe ser verdad pues sus sabores son suaves pero suficientes.