La chicha de Bolivia o de Iberoamérica es una bebida realizada de maíz o maní
(cacahuetes) molidos y puestos a fermentar con agua unos días (entre 3 y 10
según gustos) para que surja un pequeño grado alcohólico.
En algunas zonas no
se deja fermentar nada de tiempo y resulta una sencilla bebida refrescante que se consume
para fiestas locales. Aunque su uso primero, como bebida que ya empleaban los
incas, era para consumir en eventos religiosos y de su cultura tradicional.
En la actualidad se exporta a los EEUU y a España, ya
embotellada. En los casos de producción personal y si se siguen las tradiciones
antiguas el maíz de diversas clases (y por ello hay diversos tipos de chicha)
se masca y tritura en la boca y la harina se escupe en un puchero de barro en
donde se une a agua para que fermente durante unos días o semanas. La mezcla de
la harina de maíz con la saliva que contiene azúcares es la causante de que
fermente y se logre la bebida chicha con su sabor tradicional. Puede parecer una
asquerosidad, pero es la forma ancestral de crear la chicha en gran parte de
Iberoamérica.
En las formas más modernas se tritura el maíz, se la añada
alguna fruta como piña o uva o miel para que al tener azúcar fermente y se deja
en una olla de barro unos días. Si se mete en botella de cristal no llenar el
recipiente o no tapar pues al fermentar aumenta de tamaño y de presión y podría
estallar la botella.