En las etiquetas no tiene que poner la procedencia de la miel y puede poner cualquiera de estos añadidos: ‘mezcla de mieles de la UE’, ‘mezcla de mieles no originarias de la UE’ o ‘mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE’.
Cuando es miel española pone claramente: Miel de España. No es que el resto sean malas para la salud, en absoluto, ni tampoco lo son las mezclas con maíz o caña de azúcar, pero los sabores son distintos y sus propiedades también.
Estos botes de la imagen son del Reino Unido y en ellos podemos ver que junto a la miel va un trozo de cera del propio panal. Eso nos indica al menos que para tener tantos trozos de panales de abejas tienen que tener abejas y que no es tan sencillo que casi la totalidad de lo que compramos sea caña de azúcar como en otros casos sucede.
Por cierto también se comercializa una "especie" de miel hecha en España con caña de azúcar, pero claramente dice que aquellos NO es miel de abejas sino de caña de azúcar. Aquí no se engaña, al revés, se trata de un producto diferente y también interesante por su sabor distinto a la miel clásica.