Bueno, seamos sinceros, todos sabemos cocer un huevo, es uno de los procedimientos más sencillos de la cocina, de la alimentación. Pero no toas las formas de cocer un huevo son iguales. Un huevo cocido no debe estar más de 8 minutos en agua hirviendo. Ese es el punto ideal para que todo salga cuajado pero la yema está algo cremosa, cuajada pero no como si fuera un ladrillo.
En una olla con mucha agua y media cucharada de sal ponemos los huevos en frío y podemos el calor a tope. En cuanto empiece a hervir contamos 8 minutos y pasado ese tiempo sacamos los huevos y los ponemos en otra olla o bol con agua y hielo para que se corte la cocción de forma rápida. Se pelan mucho mejor. De este manera los huevos quedarán cocidos pero con una yema en su punto. Si nos vamos a los 10 minutos la yema estará ya muy dura.
¿El tamaño del huevo importa? Pues si, estos tiempos son para huevos de tamaño y peso medianos, para los grandes medio minuto más. Para los "muy" grandes —pero de gallina— un minuto mas.
Si queremos unos huevos "pasados por agua" que es como se llaman a los huevos con la clara cocida y la yema líquida como un huevo frito tenemos que cambiar los 8 minutos por 4 minutos. Y si queremos la clara que esté "casi" cuajada pero no del todo nos tendremos que quedar en los 3 minutos.
Los "huevos pasados por agua" se sirven con la cáscara, rompiendo una de las partes superiores y comiendo con cuchara o untando con pan. Como podemos imaginar, los huevos tienen decenas de formas distintas de cocinar y de presentarse.
Por cierto, si quieres que la yema te quede en medio del huevo, además de frescos hay que moverlos en el primer minuto de cocción, dándoles vueltas. En la imagen vemos que a uno de ellos las vueltas le han parecido pocas.