El "Cachu" o "Cacho" en Asturias. Beber vino comunal


Esto que vemos arriba es un cuenco para beber vino de forma comunal, pasando el cuenco de mano en mano en las tabernas. Se llama "Cachu" o "Cacho" y se sigue utilizando en Asturias, calculando que dicho tipo de vasijas tiene más de 2.000 años de antigüedad. Posiblemente tanto como el vino de bodegas familiares.

Están y estaban hechos de madera muy tratada, de boj o abedul, nogal, haya o castaño, y tenían (tienen)  que ser muy finos sobre todo el el borde para casi no notar la presencia del cuenco o cachu en la boca.

Una vez realizada la pieza o vasija que llamamos cachu, se solía dejar entre los hollejos de la maceración de las uvas hasta convertirse en vino, para que así fueran cogiendo sabor y "madre" en la propia madera. 

Ahora y casi solo para la venta, ya se tratan con aceites de linaza o de girasol, con sebo y/o cera, para dejarlos listos para su uso y que no se rajen o se piquen. 

Pero los buenos e históricos solo pasaban por el vino, junto a sus fermentaciones, y cuando eso no era posible se llenaba de vino tinto una olla y se ponían a cocer durante una hora en su interior, con un resultado peor que el de dejarlos junto a una fermentación de uvas durante los días que esto dure.

Estos recipientes suelen tener una capacidad de medio litro más o menos, y se van tomando el vino entre los contertulios de la mesa o del fuego en el campo, mientras van hablando de sus cosas. 

Comida en Alemania, excelente pero poca cantidad


A veces decimos que comemos una cantidad en exceso, y si somos sinceros es verdad. Y lo curioso es que la mayoría de la comida produce placer en sus primeros bocados, y luego va disminuyendo. Incuso produce placar antes de empezar a tomarla, simplemente viéndola, oliéndola.

Este plato es de un restaurante en Munich, un simple filete de pastel de carne, de los que se pueden comprar en España cortados en filetes gruesos en algunos buenos centros comerciales. Lleva como acompañamiento un poco de ensalada que en este caso es col fermentada con ralladura de zanahoria y una nuez encima. Un toque de una mermelada ligeramente amarga y unos gajos de naranja o mandarina. 

El primer plato era un sopa de las que nosotros llamamos en España "aguachurri". No te sirven pan, excepto que lo pidas para demostrar que eres español o del sur de Europa. 

Y no es necesario más, si acaso un yogurt de postre o una manzana pequeña. La mitad del disfrute están en saborear lentamente los primeros trozos, el resto solo sirve para engordar o ensuciar la salud.