
Le cerveza negra es buena, no es una alemana o inglesa negra, le queda distancia todavía, pero supera al resto de cervezas nacionales negras en sabor, espuma y sensaciones de malta tostada.
Pasa el examen con nota. Su grado, un 5,4º, es muy correcto para poder degustarla con tiento pero sin cuidado excesivo.
Pero la joya de la corona es la Voll-Damm (doble malta) de toda la vida, la de lata verde. Es cierto que su grado alcohólico puede asustar, un poco más de 7º, pero con dejarla para tardes tranquilas en casa con aperitivos y película no hay problema de test de alcoholemia. Su sabor es personal, fuerte sin exceso, con espuma muy bien construida en casi todo tipo de vasos y con un largo sabor en boca. Sin duda una gran cerveza.