Hay manjares
imposibles de comprar (o casi), pequeñas delicias que: o te las creas tú mismo o
es muy complicado conseguir. Los pimientos verdes de cocina, deliciosos fritos con poco aceite y sal y si
eres un fanático del ajo con un poco picado encima, son una delicia.
Pero si
tienes oportunidad de tener pimientos verdes en una gran macea para poder
cogerlos en verano puedes disfrutar de un premio especial. La mata de pimiento
da muchos frutos, y se pueden ir cogiendo cuando estos son pequeños, un poco
mayores que los pimientos de Padrón pero con la seguridad de que nunca te van a
picar. Estos pimientos verdes recogidos de la mata antes de ser adultos, fritos
ligeramente en una sartén con un poco de aceite de oliva y un golpe de sal están
maravillosos. Muy sabrosos, muy tiernos con muy poco tiempo en el fuego, permitiéndose
además comer enteros en un solo bocado, y como se han recogido directamente
desde tu propia cosecha y con un crecimiento normal, el sabor es realmente
superior al que se compra en tienda que han crecido con métodos rápidos de
riego y luz. Estos pimientos pequeños estoy seguro, han estado en la mata más
tiempo que los grandes de tienda, conservan un gran sabor pero son de un tamaño
perfecto para unos aperitivos. Y todo es cuestión de una terraza no muy grandes,
una maceta de 40 centímetros y un poco de atención.
Con tres matas de pimientos bien cuidados, puedes recoger cada dos días de verano los pimientos que se ven en la imagen.Durante unas semanas puedes disfrutar de este manjar único.
Con tres matas de pimientos bien cuidados, puedes recoger cada dos días de verano los pimientos que se ven en la imagen.Durante unas semanas puedes disfrutar de este manjar único.