En periodos de crisis económicas, los muy cafeteros tenemos opciones más baratas que acudir varias veces a la cafetería de turno, más si ahora caen en el error de subirnos el precio del servicio por el IVA o venidas.
Nescafé (al que por cierto le invito a que me ofrezca productos para catar y juzgar, je, je, para eso le hago publicidad gratuita de su producto por ser realmente bueno) nos ofrece por poco más de 4 euros unos botes de 250 gramos de café soluble de varias presentaciones. Desde Cappuccino descafeinado a normal, pasando por Vienés, que puedes preparar en casa o en la oficina con agua bien caliente o leche caliente, hasta conseguir unos cafés realmente maravillosos y diferentes.
Con cada bote tienes para unos 20 servicios, que además puedes modificar con algunos añadidos. Unas gotas de ron o brandy (solo una gotas) mejorar el cortado vienés para levantar una mañana tensa y espesa. Con leche condensada puedes lograr un café bombón excelente aunque demasiado dulce.
Estos cafés no necesitan azúcar ni leche, pero personalmente ganan mucho con leche en vez de agua. Cada café doble sale por poco más de 20 céntimos. ¿Se puede pedir más por menos?
Hay cafés parecidos de otras marcas, algunas de marcas blancas como la que ofrece Mercadona o Alcampo, su precio es casi de la mitad que el Nescafé pero la calidad es similar al precio. Son otras opciones para probar y elegir.