Las patatas a la importancia son unas simples patatas guisadas llevadas al altar de los días festivos y que se hacen desde la zona de Castilla León más al norte hasta Aragón, siendo un plato antiguo y que se hacía en familias de campo y humildes. Se pelan unas patatas algo gruesas y se cortan en rodajas gruesas, estas se salan y se les pone un poco de pimienta blanca y se pasan por harina y huevo y se fríen en abundante aceite bien caliente. Y se van colocando en una cazuela de barro si tienes cocina de gas o de metal si eres de lo más modernos y tienen inducción.
Retiras casi todo el aceite de freír las patatas y le añades al aceite media cebolla picada fina con un par de ajos fileteados y lo pones todo a pochar. Cuando ya estén casi pochadas las verduras se le añade un puñadito de perejil picado fino.
Las patatas se cubren de agua mojado con vino blanco o de caldo no muy fuerte de sabor más unas hebras de azafrán o de cúrcuma para darle color y además se le añade todo el contenido de la sartén con la cebolla y el ajo con su perejil, y se deja cocer entre 20 y 25 minutos, hasta que las patatas estén tiernas.
En los últimos tiempos a estas patatas a la importancia que era un plato de familias humildes para días de fiesta, se le fueron añadiendo más elementos para darle todavía “más” importancia. Así hoy es posible encontrarlas con almejas, chorizo, jamón en tacos, espárragos y alcachofas, almendras, piñones o nueces picadas, etc. Cada uno puede elegir el añadido que le plazca pero será ya unas patatas a la “muy” importancia.
La imagen es de la Escuela de Cocina y Pasteleria Terra de Escudella