Que un pueblo oscense con dos habitantes y tres casas funcionando haya logrado poner en el mercado aragonés una panadería que todos los aragoneses conocemos, es como poco de premio. Es el caso de la localidad de LaNave y la pastelería con el mismo nombre, a pie de la carretera… todavía. Un local muy visitado, muy comprado y con una serie de productos exquisitos, baratos y que entran por los ojos.
Podría hablar del pan o de los dobladillos, de las empanadas o de los mantecados, de las rosquillas o de los hojaldres. Más de 30 años vendiendo panadería, pastelería y repostería, tartas de manzanas, trenzas o empanadicos dulces y salados, longaniza y preñaos.
Un lugar especial, muy fácil para aparcar junto a la carretera (si no está lleno de clientes) y que hay que visitar y comprar.