Los vinos calientes son muy conocidos en Europa y menos en España aunque hace un siglo ya se utilizaban en las zonas rurales para levantar el ánimo y para sacar los fríos del cuerpo. Es decir, para intentar curar resfriados o gripes, cuando no era fácil tener un médico a mano. Un vino caliente es mucho más que calentar un vino para que entre rápido.
Se sabe que ya los romanos lo utilizaban como medicación para sus tropas. Me los imagino heridos de la guerra y sin muchas más cosas que botellas de vino caliente que sirvieran para olvidarse de los dolores.
Y al menos en toda Europa es bien conocido de antaño aunque con muy diversos nombres y siempre con una receta base muy similar. Vinos, azúcar y especias.
Se recomienda utilizar vinos jóvenes, incluso no siempre tintos y menos los tintos con mucho cuerpo, a los que se agrega una cucharada de azúcar (depende de gustos más o menos azúcar), una barrita de canela, clavo de olor, anís estrellado, unas cáscaras sin el blanco de limón o de naranja, unas gotas de limón, unos granos de café, etc.
Todo el conjunto se pone al fuego para que se vaya calentando lentamente. Aquí entra ya la primera duda. ¿Hervir o no hervir? Creo que es mejor dejarlo como diez minutos en ese punto en que quiere hervir pero no puede, para no perder mucho alcohol y que las especies sean capaces de transmitir sabores. Si hierve entran mejor las especias en el vino pero se pierde alcohol y algunos detalles del vino, y al revés.
Esta bebida levanta a un… enfermo. Solo si está enfermo. Se entra en reacción, más si se está en la cama bien caliente y se tienen problemas de frío, de fiebres, de dolores. Peor OJO esto es lo que se empleaba antes, ahora hay que ir al médico.
Para hacerlo moderno le hemos ido añadiendo nuevos ingredientes como el jengibre, las pasas, el cardamomo o las pimientas, y los licores que ponemos en el momento de servir. Si eres de los que quieres hervir el vino caliente, ahora al servirle le añaden una copita de anís, de vodka, de bourbon, de brandy o de ginebra. Yo lo veo innecesario. O no.