Era habitual y casi una obligación que hasta mediados del siglo pasado todos los pastores se hicieran ellos mismos una cuchara al menos para llevarla encima y poder comer de los pucheros comunes cuando se juntaban en los campos y montes diversos con otros pastores en parideras o bordas, donde hacían comidas comunales sencillas pero contundentes.
Empleaban para su fabricación madera de boj y a veces astas de animales de la zona. En los casos de cucharas de madera casi siempre la hacían ellos mismos o amigos pastores que eran hábiles para darles forma a la madera. Pero en cambio las de asta de animales, las fabricaban más como artesanía propia de tiempos muertos en el campo y siempre eran fabricadas por los propios pastores más duchos en estas artes.
Algunas llevaban el nombre del dueño mientras que otras eran simples y sin grabar lo que demostraba que eran compradas o regaladas por otros artesanos de la zona. En todos los casos, siempre en la alforja, junto a la navaja y la bota de vino, llevaban su propia cuchara de boj que cuidaban como oro en paño.