Sin duda en tiempos de crisis general, pero también en periodos de crisis particular, acudir a comprar productos alimentícios de marcas blancas, es un sistema de ahorro muy eficaz.
Los productos de marcas blancas (lo que está dentro del envoltorio), están fabricado por empresas que nosotros no podemos detectar (antes si, pues el código de barras era del fabricante y no del distribuidor) pero que está manufacturado por grandes empresas que comercializa lo mismo con su propia marca y que emplea los excesos de producción en hacer envasados con marcas de distribuidoras o blancas.
La calidad es la misma que la marca conocida, al menos en los casos estudiados y publicados. Si que es cierto que no es sencillo saber qué fabricante real se esconde detrás de cada producto, de marca blanca y aun sabiendo que es bueno, siempre queda la duda. Esa es la única dificultad, pero que es la que nos sirve para poder pagar bastante menos por lo mismo.
Decir por ejemplo que Central Lechera Asturiana envasa varias marcas de leche para distribuidoras blancas es un hecho, y que su producto no varía entre envases una realidad contrastada. Pero lo cierto es que no sabemos qué envases de marca blanca son los que realmente envasa la marca excelente.
Hay un fallo en todo el sistema. Las empresas de distribución cambian con facilidad de envasador dentro de su propia marca blanca, lo que no garantiza que si compramos una leche de marca X, sea siempre del mismo envasador.
Nada es perfecto.
Pero en cambio el ahorro qeu se obtiene por consumir marcas blancas es muy notable, llegando en algunos casos al 50% o más.
Hay productos en los que consumir de un embotellador desconocido o conocido pero no aceptado, por ejemplo en algunos refrescos, nos hace no comprar sin la la marca, pues la calidad es muy distinta. Nadie ha dicho que sea obligatorio comprar TODO lo que consmimos de marcas blancas.
Pero si un aceite de oliva pone en el envase extra virgen, que no quepa duda de que es realmente de la primera extracción. Y si nos engañan, lo pueden hacer por igual desde todo tipo de marcas.
Lo mismo sucede con muchos productos de marcas blancas que incluso nos gustan tanto o más que muchos otros de marca. Es cuestión de ir probando y seleccionando.
En algunos productos figura en el envase el fabricante bien con el NIF o con un número de registro que nos sirve para saber quien ha envasado el producto de marca blanca. Debemos intentar exigir de las autoridades sanitarias que figure en todos los productos el envasador o fabricante.
Los productos de marcas blancas (lo que está dentro del envoltorio), están fabricado por empresas que nosotros no podemos detectar (antes si, pues el código de barras era del fabricante y no del distribuidor) pero que está manufacturado por grandes empresas que comercializa lo mismo con su propia marca y que emplea los excesos de producción en hacer envasados con marcas de distribuidoras o blancas.
La calidad es la misma que la marca conocida, al menos en los casos estudiados y publicados. Si que es cierto que no es sencillo saber qué fabricante real se esconde detrás de cada producto, de marca blanca y aun sabiendo que es bueno, siempre queda la duda. Esa es la única dificultad, pero que es la que nos sirve para poder pagar bastante menos por lo mismo.
Decir por ejemplo que Central Lechera Asturiana envasa varias marcas de leche para distribuidoras blancas es un hecho, y que su producto no varía entre envases una realidad contrastada. Pero lo cierto es que no sabemos qué envases de marca blanca son los que realmente envasa la marca excelente.
Hay un fallo en todo el sistema. Las empresas de distribución cambian con facilidad de envasador dentro de su propia marca blanca, lo que no garantiza que si compramos una leche de marca X, sea siempre del mismo envasador.
Nada es perfecto.
Pero en cambio el ahorro qeu se obtiene por consumir marcas blancas es muy notable, llegando en algunos casos al 50% o más.
Hay productos en los que consumir de un embotellador desconocido o conocido pero no aceptado, por ejemplo en algunos refrescos, nos hace no comprar sin la la marca, pues la calidad es muy distinta. Nadie ha dicho que sea obligatorio comprar TODO lo que consmimos de marcas blancas.
Pero si un aceite de oliva pone en el envase extra virgen, que no quepa duda de que es realmente de la primera extracción. Y si nos engañan, lo pueden hacer por igual desde todo tipo de marcas.
Lo mismo sucede con muchos productos de marcas blancas que incluso nos gustan tanto o más que muchos otros de marca. Es cuestión de ir probando y seleccionando.
En algunos productos figura en el envase el fabricante bien con el NIF o con un número de registro que nos sirve para saber quien ha envasado el producto de marca blanca. Debemos intentar exigir de las autoridades sanitarias que figure en todos los productos el envasador o fabricante.