En las tiendas nos venden muchas clases de variantes, de encurtidos, de vinagretas y verduras con vinagre.
Pero nosotros podemos en casa conseguir presentaciones nuevas, mezclando varios de ellos y consiguiendo así unos sabores distintos.
Si mezclamos aceitunas con pepinillos cortado en rodajitas, cebolletas caramelizadas, unas habas en conserva simplemente cocidas, ajos en conserva y unas guindillas tipo piparras que pican muy poco, además de anchoas cortadas en trocitos y trozos de pimientos en vinagre, y mezclamos todo esto con el aceite de la conserva de anchoas y la vinagreta de los pepinillos y dejamos macerar todo esto un día en el frigorífico, conseguimos una presentación con distintas texturas y sabores, perfecta para abrir el apetito y reparar los jugos gástricos ante una comida copiosa.
Además de las olivas, de las aceitunas, hay muchas clases de vinagretas para satisfacer todo tipo de sabores.
Un pepinillo gordo, abierto por la mitad y relleno de bonito o atún en escabeche y con un palillo que atraviese el conjunto que que no se deshaga es una de las primeras banderillas servidas en la España de los años 50.
Pero nosotros podemos en casa conseguir presentaciones nuevas, mezclando varios de ellos y consiguiendo así unos sabores distintos.
Si mezclamos aceitunas con pepinillos cortado en rodajitas, cebolletas caramelizadas, unas habas en conserva simplemente cocidas, ajos en conserva y unas guindillas tipo piparras que pican muy poco, además de anchoas cortadas en trocitos y trozos de pimientos en vinagre, y mezclamos todo esto con el aceite de la conserva de anchoas y la vinagreta de los pepinillos y dejamos macerar todo esto un día en el frigorífico, conseguimos una presentación con distintas texturas y sabores, perfecta para abrir el apetito y reparar los jugos gástricos ante una comida copiosa.
Además de las olivas, de las aceitunas, hay muchas clases de vinagretas para satisfacer todo tipo de sabores.
Un pepinillo gordo, abierto por la mitad y relleno de bonito o atún en escabeche y con un palillo que atraviese el conjunto que que no se deshaga es una de las primeras banderillas servidas en la España de los años 50.