Las anchoas en salazón y me refiero a las buenas anchoas de tamaño correcto, sin raspillas y sin un exceso de sal son ya un manjar tan caro y exclusivo como el caviar o los mejores jamones. No es fácil encontrarlas, y se nota enseguida. El precio nos indica su calidad. Así que una vez que ya tenemos en casa una buena conserva de anchoas de tamaño idónea para disfrutar, no debemos dejarlas para tomar solo con un picado de ajos y perejil. Nos debemos a algo más que todo eso.
Una buena preparación de servicio es ponerle una cama de un buen pan tostado o de cereales sobre el que asentaremos "lago" antes de colocar la anchoa con toda su gracia. Podemos poner una rodaja MUY fina de tomate, un par de anchoas de calidad y poner encima un poco de queso rayado no fuerte.
Otra manera más sencilla es poner encima del pan un poco de bonito desmigado y encima colocar un par de anchoas para poner unas gotas de aceite de oliva extra virgen por encima y si quieres darle color una tirita fina de pimiento del piquillo.
Otra opción es poner por encima de la rebanada de pan una capa muy fina de un picado muy pequeño de pepinillo, cebolla fresca y tomate pelado. Encima colocamos las anchoas y unas gotas de aceite de oliva como siempre de alta calidad.
Ferrán Adriá nos recomendaba simplemente poner en un plato unas anchoas de buen tamaño regadas con una grasa blanca de jamón de calidad que antes habremos puesto a cocer freír dentro de una cucharadita pequeña de agua y media de aceite de oliva. El líquido se tiene que consumir para dejar solo el aceite y grasa que haya soltado el blanco del jamón. ese aceite, colado y enfriado se pone por encima de las anchoas decoradas por unas flores comestibles.