Paseando por tiendas francesas descubrí una preparación para hacer creps. Algo normal. De momento.
Pero al observar la caja y ver que ofertan una harina de trigo sarraceno para hacer creps bretones, se ve claramente que su intención final es poner entre dos creps un sencillo y maravilloso huevo frito.
Es como hacer un bocadillo de huevo frito, pero en vez de sobre pan de barra, entre dos creps. Mucho más fino y moderno, más europeo para un clásico huevo frito, a ser posible con puntillas
Un golpe de sal y otro de pimienta recién molida, sirven de acompañamiento a este plato bastante desconocido entre los españoles. ¿Lo probamos? Yo recomiendo añadir un pimiento verde bien frito y sudado y con un poco de paciencia, sin la piel de cristal que tanto estoba en boca.